Propongámonos rezar al apóstol Pablo para que nos obtenga la abundancia de gracia que él tuvo del Señor. Quienes se le acercaron en la tierra obtuvieron muchos bienes espirituales e incluso materiales; también ahora, cuando se encuentra ya glorioso en el paraíso, podemos pedir, esperar y recibir (APim, 45).
Beato Santiago Alberione