La evangelización debe hacerse en todos los tiempos y lugares, conforme a este precepto divino: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura». Puesto que todos están llamados a la salvación, todos deben conocer las verdades reveladas por Dios, los preceptos que deben observarse y los medios de gracia para alcanzar su fin (UPS III, 124).
Beato Santiago Alberione