[¡Hay] almas que aguardan! En cuanto está de nosotros, que a ninguna le falte la luz divina. A ello nos lleva la vida de san Pablo, el sentir apostólicamente el «Cristo vive en mí», el acompañar a la Iglesia en su difícil camino de hoy. ¡Siempre adelante, como Cristo propagandista, como Pablo
caminante de Dios! (APim, 222).
Beato Santiago Alberione