El buen cristiano debe actualizar su vida y conformarla mejor cada día al Evangelio, y el buen religioso debe cotidianamente actualizar su vida y conformarla mejor a sus Constituciones, que son, según Pío XI, la aplicación concreta del Evangelio a la práctica de los consejos evangélicos para la perfección y el apostolado (UPS I, 12).
Beato Santiago Alberione