María es el modelo de las madres: ¡cuánto cuidado, cuánta laboriosidad silenciosa, cuánta diligencia en todo! San José es el modelo de los padres: ¡cuánto cuidado silencioso en su humilde trabajo! Jesús es el modelo de los hijos: ¡qué sumisión, qué respeto, qué humildad, qué docilidad! (FSP33**, 29).
Beato Santiago Alberione