Jesús quiere conquistar las almas con el amor. Hemos de conquistarlas por él, mas para ello hay que empezar por amarnos mutuamente y ayudarnos recíprocamente, haciéndolo bien: orando unos por otros, corrigiéndonos unos a otros con gran caridad, escuchando bien los consejos (PrP I, 45).
Beato Santiago Alberione