El alma que ama a Jesús, se entretiene a gusto con él, le habla de sus cosas, y en sustancia le dice: «Estoy contigo, Jesús, que eres el Camino, la Verdad y la Vida... Estoy contigo, que eres mi fuerza ahora y serás mi delicia en el cielo» (RSp, 6).
Beato Santiago Alberione