Oí hace tiempo dos expresiones. Uno, habiendo recibido un pequeño sinsabor por una ofensa, exclamó: «¡Me la pagarás!». Falta de amor fraterno. En cambio, otro, en las mismas condiciones, dijo: «Rezaré más por él y trataré de ganármelo con el afecto y el servicio». Piedad fraterna (Pr 2, 130-131).
Beato Santiago Alberione