POR LA CRUZ A LA LUZ
“El acontecimiento de la transfiguración permite a los discípulos afrontar la pasión de Jesús de un modo positivo, sin ser arrastrados. Lo vieron, como será después de la pasión, glorioso. Y así Jesús les prepara para la prueba. La transfiguración ayuda a los discípulos, y también nos ayuda a nosotros, a entender que la pasión de Cristo es un misterio de sufrimiento, pero es, sobre todo, un regalo de amor, de amor infinito por parte de Jesús. La transfiguración nos hace entender mejor también su resurrección. Para entender el misterio de la cruz es necesario saber con antelación que el que sufre y es glorificado no es solamente un hombre, sino el Hijo de Dios, que con su amor fiel hasta la muerte nos ha salvado. El Padre renueva así su declaración mesiánica sobre el Hijo, ya hecha en la orilla del Jordán después del bautismo, y exhorta: «Escúchenlo» (Papa Francisco, Angelus 25.02.18).