Cada paso que damos, puede decirse que marca para nosotros una obligación de reconocimiento a Dios. Si respiramos, si nos nutrimos, si tenemos buenos sentimientos, todo procede de Dios como de primer principio. ¡Nada fuera de Dios; todo solo de él; siempre a partir de Dios!... Todos los bienes proceden de él (Pr 1, 63-64).
Beato Santiago Alberione