Si llegan apóstoles con el corazón encendido de amor a Dios, con el alma llena de Jesucristo, con una instrucción y una fe viva, entonces se renovará la faz de la tierra, de esta tierra que está todavía cubierta por tantos errores, tantas idolatrías y tantos vicios (Pr 5, 45).
Beato Santiago Alberione