¡Ah! Si san Pablo viviera hoy, ¡de qué problemas nuevos estaría agitado su corazón! ¡Y cómo se lanzaría a socorrer a la humanidad, para ponerla en la senda de la verdad, ahora cuando... falsísimas ideologías atormentan a la gente y minan las bases del cristianismo! (Pr 5, 66).
Beato Santiago Alberione