María fue constituida reina para ser poderosa en socorrer a sus hijos. María es rica de las riquezas del cielo, y estas riquezas son para nosotros. Así como fue colmada de gracia para derramarla sobre todos los hombres, así también está llena di gloria y tiene una corona de poderío, de sabiduría y de amor para desplegar en nosotros su poder, su saber y su amor (Pr 1, 34).
Beato Santiago Alberione