Aprendamos siempre de las enseñanzas. Puede decirse que un año da clases al otro, si estamos atentos. Y cuando recordamos haber ofendido a Dios, caminamos con mayor humildad, oramos más, vigilamos sobre nosotros mismos… y sobre los peligros encontrados. ¡Vigilancia! (Pr 2, 124).
Beato Santiago Alberione