Téngase fe viva en todos los versículos del Evangelio. Llévese a Jesús en el corazón, con un amor tan grande a él que haga superar todos los sacrificios, los desapegos, las desilusiones. Entonces, aun cayendo por tierra, cabe levantarse siendo mejores que antes, más prudentes, más humildes y con fe más pura (Pr 5, 163).
Beato Santiago Alberione