Piedad de color paulino, es decir piedad que se dirige al Maestro divino, a la Reina de los Apóstoles, a san Pablo. ¡Es nuestra piedad! La que dará gozo a la vida religiosa. Dará gozo y llevará a la santificación, a un apostolado amplio y profundo (Pr 5, 147).
Beato Santiago Alberione