No cabe ser paulinos si no se tiene corazón ancho y mente amplia para pensar en todos los hombres, pues no se tendría tampoco el espíritu de Jesucristo, que vino a dar su vida por todos. «Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (Pr 5, 155).
Beato Santiago Alberione