La Primera Maestra, aun en su sencillez, es la más profunda que conozco entre las Hijas de San Pablo en el conocimiento de Jesús. Jesús tal como es. ¡Su fe! Y como Jesús es nuestro alimento: su piedad. Y como nosotros debemos darlo: esa palabra, “esto hace bien; esto no hace ningún bien” (Convegno catechistico paolino, 1960, 36).
Beato Santiago Alberione