Si pasamos bien el tiempo de Cuaresma seremos muy bendecidos en el tiempo pascual, especialmente el día de Resurrección y el día de Pentecostés. El Espíritu Santo nos infundirá sus dones de sabiduría, ciencia e inteligencia, consejo, piedad, fortaleza y temor de Dios (Pastorelle, 1958, 92).
Beato Santiago Alberione