La vida presente es muy corta comparada con la eternidad. Ni siquiera se puede hacer una comparación. Pero quien es fiel por poco tiempo, tendrá un premio eterno; incluso un pequeño acto de virtud, tendrá en correspondencia un gran y eterno premio en el cielo. Orientémonos bien. Comprendamos bien este gran don de la vida (APD56, 328).
Beato Santiago Alberione