Si Jesús está continuamente presente en el sagrario, nos corresponde a nosotros el deber de visitarlo. Él nos espera. Pero que siempre tenga que esperar en vano nuestro Dios a estos hombres que se afanan en mil cosas y se olvidan de Aquel que es el Supremo Bien, Aquel que ha dicho: «Yo estaré con ustedes»... Espera a Jesús (APD56,210).
Beato Santiago Alberione