Son inmensos los beneficios que Dios ha hecho al hombre: la creación, la redención, la Iglesia, los sacramentos, el Evangelio, el sacerdocio, el estado religioso. Qué apropiada es, pues, la coronita al Corazón de Jesús, esa que está reproducida en nuestro libro de oraciones. Demos gracias (APD56, 497).
Beato Santiago Alberione