La fe nos hace ver a Dios; la esperanza nos hace desearlo con eficacia, desear el cielo, las gracias necesarias para alcanzarlo. Y la caridad, en cambio, nos hace querer a Dios, es decir, amar a Dios, es más, unidos ya a él, nos transforma en posesión de Dios (APD56, 449)
Beato Santiago Alberione