Nosotros debemos amar a la Iglesia... porque es el cuerpo místico de Jesucristo, es la sociedad sobrenatural en la que vivimos, que tiene la misma misión que Jesucristo, continuadora de la misión de Jesucristo: en la enseñanza y en guiar a las almas y santificarlas (APD56, 418).
Beato Santiago Alberione