Maestro nuestro, Jesucristo, que eres Camino, Verdad y Vida, enséñanos la sublime ciencia de tu amor según el espíritu de san Pablo apóstol y de la Iglesia católica. Envía tu Espíritu Santo para que nos enseñe e inspire cuanto tú predicaste con el beneplácito del Padre (PR 68).
Beato Santiago Alberione