La Biblia tiene dos autores: un autor principal, que es Dios, y muchos autores secundarios, que son las personas a las que Dios eligió en tiempos, lugares y circunstancias diferentes... Son instrumentos inteligentes y libres, o secretarios y escribientes de Dios, a quienes se dignó inspirar la carta que quería transmitir a la humanidad (LS 28).
Beato Santiago Alberione