¡Cuánto progreso hacen en el camino de la perfección los que en todas sus prácticas de piedad usan la Biblia! En ella encontramos la fuerza y el coraje para superar todas las dificultades de la vida. Ilumina en las dudas y en las incertidumbres. La Biblia, como dice san Agustín, «conduce a Dios, invita a amarle, ilumina los corazones…» (LS 201-202).
Beato Santiago Alberione