Si el apóstol quiere que esta gracia llegue a las almas, debe conseguir que previamente habite en él... No crean que para realizar el apostolado de la prensa baste con iluminar e instruir a las almas; es necesario mover su voluntad, excitar su corazón y hacer que se enamoren de la virtud (LS 318).
Beato Santiago Alberione