Tener esperanza: que no tenemos posibilidad de hacer méritos sino en Cristo. La esperanza está en Cristo, sus méritos. Haciendo el bien, con la recta intención, con su gracia, entonces sí, la cosa más pequeña enriquece el alma y enriquece la belleza de la casa eterna, el cielo (APD65, 537).
Beato Santiago Alberione