Si en algún momento nos sentimos débiles, cansados y aburridos de la vida monótona, del largo estudio, de las oraciones, del mismo trabajo, etc., acudamos a Jesús, él ha obtenido gracia para cada duda, cada aburrimiento y dolor y para superar toda tentación. Vayamos hacia él: él es la Vida (FSP30*, 66).
Beato Santiago Alberione