El Señor les llama no sólo a evitar el pecado grave, sino también a huir del pecado venial y de las imperfecciones voluntarias; él les llama no a alcanzar la santidad ordinaria... Él ha elegido para sí una multitud de almas que quiere que estén más cerca de Él, que lo comprenden y lo amen (FSP31*, 229).
Beato Santiago Alberione