Si tienen mil pensamientos y agobios, si tienen mil molestias y preocupaciones por esta corta vida… por la comida, por la ropa, por la salud del cuerpo. ¿Y pensamos en el alma y la muerte? Cuando la Iglesia coloca las sagradas cenizas sobre la cabeza dice: «Acuérdate, hombre, que eres polvo...». El Espíritu Santo nos advierte: «Acuérdate de tu fin» (FSP33**, 277)
Beato Santiago Alberione