El IV domingo de Pascua es también la Jornada Mundial por las vocaciones y de la publicación mensual titulada ORAR LA VIDA, un servicio que presta la Dirección Nacional del Apostolado de la Oración, transcribo la oración correspondiente a este día, agradeciendo que me hayan permitido hacerlo:
Buen Pastor y guardián de nuestras vidas,
prefiere dar su vida, que no muera
por enferma, por hambre o por la fiera
ni una de sus ovejas redimidas.
Ahí le vemos curando las heridas
con vino y aceite y vendas, cual si fuera
médico y medicina, o si aún quisiera
ser pasto preferido en sus comidas.
Guarda, pastor, mi débil existencia,
en tu zurrón seguro y poderoso,
y átame con correas de indulgencia,
no vaya por camino caprichoso,
para que no me aparte de tu lado
escóndeme en la herida del costado.
Rafael Prieto Ramiro