miércoles, 28 de octubre de 2015

Bodas de Plata, compartiendo la alegría.

El mismo día de la celebración de su 25 aniversario de consagración al Señor, el 15 de agosto pasado, nuestra hermana Mari compartió con nosotras a través de WhatsApp, como estaba viviendo este día tan importante para todas, nos decía:

Hoy no tendremos ninguna celebración exclusiva, aunque no nos faltará la principal: la Celebración Eucarística, y en ella os tendré a todas presente y a nuestro Delegado que fue quien recibió ese día el compromiso.

De momento deseo haceros partícipes de mi gozo pues son muchas las vivencias que acuden hoy a mi mente

A partir de hoy. alabar, bendecir, adorar, dar gracias, glorificar al Señor en todo momento debería se el lema de mi vida mucho más que hasta ahora, pues creo que para eso hemos sido creados y ahí encontraremos lo que ansía nuestro corazón sin saberlo. Os invito a hacer lo mismo.


Cumplo vuestro deseo de tener una imagen de la celebración.

Es el momento del Ofertorio, el momento clave donde hemos de aprender a consagrarnos con Jesús, a ofrecernos al Padre junto al pan y el vino que se transformarán en su Cuerpo y en su Sangre.

Le pido a Dios nos enseñe a todos este Misterio.

Resumiendo esta es la imagen de la vida de un consagrado, es la imagen de nuestra vida con el Señor.

La consagración es el principio de un recorrido o Camino donde la persona se va uniendo cada día a la Humanidad, en el Señor, y en algún momento tiene que asumir la cruz donde se realiza la identificación total con Jesucristo.

María nos acompaña siempre, si lo deseamos, como la más fiel amiga, consejera y sobre todo Madre.


Esta imagen hoy, para mi, ha cobrado un significado especial, su presencia en  esta Celebración Eucarística se ha hecho mas patente aún para mi.

Y en mi corazón surge un FELICIDADES SEÑOR.

Las sugerencias han surgido como una fuente de aguas caudalosas que he sentido la necesidad de compartir y ¿con quien mejor las puedo compartir que con las Hermanas y Hermanos?

Por último he de decir que he caído en la cuenta de algo que en ortos momentos casi no me he planteado, ¿qué es?, pues muy sencillo, siempre nos felicitamos entre nosotros, pero nunca he sabido que a Jesús también se le felicite, por eso hoy me brota un GRACIAS JESÚS POR TUS BODAS DE PLATA CONMIGO (ya que las bodas se realizan entre dos personas)

El único trabajo que se nos pide es creer en Él.

Tenemos un recuerdo del 19 de septiembre de este año día en el que se celebró en Familia Paulina los jubileos de: 60 años de fidelidad, bodas de oro  y bodas de plata de diversos miembros de SSP, HSP, DDM e IJS e ISVA

Mari junto al Delegado P. Antonio Maroño y otras dos
anunciatinas que la acompañaron
Mari Muñoz