domingo, 1 de diciembre de 2019

Primer domingo de Adviento - Ciclo A

Este año inauguramos un compartir con vosotros nuestras reflexiones sobre cada uno de los domingos de Adviento.
Esta primera reflexión nos la ofrece una de las primeras anunciatinas españolas.

Is 2,1-15; Rom 13, 11; Mat 24, 37- 44

Hoy comenzamos el Adviento, y nos preguntamos ¿porqué estas semanas de profunda penitencia y conversión personal a las puertas de la Navidad? Y como cada año, intentamos encontrar la respuesta en nuestro corazón.
Cuando llegue el tiempo en que Jesús nacerá en un pequeño establo, junto a María y José, en total pobreza, tendremos que vivir una vez más lo que el Beato Alberione nos ha dicho muchas veces: "todo tiene que comenzar desde Belén"
Y para comenzar desde el pesebre donde nació el Hijo de Dios, necesitamos el Adviento para purificar nuestras intenciones y cambiarlas por las intenciones de Dios, purificar nuestros egoísmos haciendo un camino de caridad y donación hacia los hermanos, purificar nuestras cabezonerías y pretensiones, y vivir desde la humildad que el divino Dios nos enseña con su ejemplo. "Todo tiene que comenzar desde Belén": nuestra casa, nuestro apostolado, nuestros proyectos e iniciativas, porque no nos damos a nosotros mismos, es mucho más grande que todo eso, damos al mismo Dios que también ha querido nacer en nuestro corazón y desde allí llevar la gran noticia a todos: " El Espíritu del Señor está sobre mí porque él me ha consagrado.Me envío a traer la buena nueva a los pobres, a anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver, a despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor (Is 61, 1-2; cf 58-6)
Loli Andreu