domingo, 28 de junio de 2020

Mes de San Pablo - día 28

JESUCRISTO
CENTRO UNIVERSAL
El Evangelio de san Pablo no viene de los hombres, sino de Dios. San Pablo no ha predicado cosas humanas, ni con las palabras o con los métodos de la sabiduría humana, «para no hacer vana la cruz de Jesucristo».
San Pablo enseña que Jesucristo es el centro universal. Esta enseñanza constituye una declaración histórica. Los últimos enemigos de la Iglesia, aun hoy, creen oponer al cristianismo esta extraña dificultad: la religión de Jesucristo es una teoría, sólo una teoría. Pero san Pablo, hace ya veinte siglos, les tapaba la boca y les convencía de su ignorancia histórica: la religión cristiana es la historia del mundo, ¡Jesucristo es el centro de la historia!

«La riqueza de la gracia de Dios ha sobreabundado en nosotros con infinita sabiduría e inteligencia para dar a conocer el misterio de su amor que es llevar la historia a su plenitud instaurándolo todo en Jesucristo».

Con esto, san Pablo quiere decir que todos los siglos y los imperios y la historia precedente a Jesucristo fueron para orientar el ambiente al Evangelio; los siglos posteriores son el desarrollo del Evangelio, y los futuros serán la historia del progreso del Evangelio.

Por la fe sabemos que los siglos fueron adaptados en vista de Jesucristo, centro de la historia. Jesucristo es el corazón de todos; y así como toda la sangre sale del corazón y nutre los tejidos, así todo el bien brota de Jesucristo: éste es la cabeza de todo (eso significa el verbo griego “recapitular”); a todos dirige y ordena hacia sí; todos los hombres y los tiempos y las naciones y acontecimientos dependen de él.

Obsequio: Repetir a menudo durante el día el saludo “alabado sea Jesucristo”.
Jaculatoria: San Pablo apóstol, protector nuestro, ruega por nosotros y por el Apostolado de las Ediciones.