lunes, 15 de junio de 2020

Mes a San Pablo - día 15

LOS FRUTOS DEL CELO 
DE SAN PABLO
El apóstol, incluso el más celante, puede encontrarse con tres clases de oyentes: de buena voluntad, de nula voluntad, de mala voluntad.
Así fue con nuestro Apóstol: convirtió un número inmenso de almas, tanto que luego podía escribir que en todo el mundo se había anunciado el Evangelio. Palestina, Siria, Galacia, Tracia, Macedonia, Acaya, Italia, Malta, Chipre, etc., etc. fueron otros tantos campos de sus conquistas evangélicas: en todas partes dejó él oír su palabra con fruto. Muchos discípulos suyos se hicieron también santos: como san Bernabé, san Tito, san Timoteo, san Dionisio Areopagita, etc., habiendo sido antes simples paganos. En Antioquía de Pisidia pronunció un espléndido discurso en la sinagoga: los oyentes quedaron impresionados y todos aguardaban con impaciencia el sábado sucesivo, algunos por el gozo del anuncio de salvación, otros por la curiosidad de oír cosas nuevas, otros aún porque se habían preparado para contradecirle. El gobernador Félix, que buscaba sólo ganar dinero, le escuchó con interés pero sin doblegarse al cristianismo; en cambio, en la isla de Chipre, el gobernador llamado Pablo recibió el bautismo. También Festo y Agripa permanecieron indiferentes, aun dando la razón a Pablo; en cambio, la devota virgen Tecla se hizo apóstol y protomártir del cristianismo, como Esteban lo había sido entre los hombres.
Obsequio: Recordar cuál ha sido el texto de San Pablo que más ha impactado en mi vida para seguir a Cristo.
Jaculatoria: San Pablo apóstol, protector nuestro, ruega por nosotros y por el Apostolado de las Ediciones.