jueves, 18 de junio de 2020

SONETO: UN MUNDO HERIDO

La pandemia ha dejado al descubierto heridas de nuestro mundo que debemos tener la firme decisión de curar. Así lo expresaba el Papa Francisco en la Oración del 27 de marzo del 2020: “la tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto las falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, nuestras costumbres y prioridades.
Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de “empaquetar” y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas las tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de referirse a nuestras raíces y evocar la memoria de
nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad que necesitamos para hacer frente a la adversidad”./ “Gran fracaso sería y desagrado- olvidar esta lección de repente, -y a las andadas volver despreocupados”.

De nuestro mundo sangrantes heridas
la pandemia ha dejado al descubierto;
y a la zaga de un tiempo tan incierto
difícil resultará la salida.

Invencibles nos creíamos de por vida.
De nuestra fuerza estábamos tan ciertos
que hasta pensábamos ser un acierto
arrendar una arrogancia indebida.

Pero la sacudida ha sido tan fuerte
que toda altanería ha derribado,
desnudando la locura de las mentes.

Gran fracaso sería y desagrado
olvidar esta lección de repente,
y a las andadas volver, despreocupados.
                                                                                                             
P. Pedro Jaramillo
Parroquia San Juan de la  Cruz - Guatemala