domingo, 26 de julio de 2020

SONETO: TU BARCA

“La barca” se ha convertido en una imagen elocuente para este tiempo de pandemia. El Papa la había usado en la bendición universal que hizo en la Oración en la plaza de San Pedro: en la misma barca estamos todos y debemos remar juntos. Pero, sobre todo, hacerlo con esperanza. En la noche de la Vigilia pascual, Francisco habló de un “derecho fundamental a la esperanza”, a “una esperanza nueva, viva, que viene de Dios. No es un mero optimismo, no es una palmadita en la espalda o unas palabras de ánimo de circunstancia, con una sonrisa pasajera… ‘Todo irá bien’: decimos constantemente estas semanas, aferrándonos a la belleza de nuestra humanidad y haciendo salir del corazón palabras de ánimo. Pero, con el pasar de los días y el crecer de los temores, hasta la esperanza más intrépida puede evaporarse. La esperanza de Jesús es distinta, infunde en el corazón la certeza de que Dios conduce todo hacia el bien, porque incluso de la tumba hace salir la vida” (11-4-20) “Percibirás la serena bonanza - que ha acallado para todo el bramido, - Pues que a Jesús lo subiste a tu barca”.


Cuando el amor en el centro lo pones
en este tiempo de duros reveses
encontrarás que son muchas las veces
que con dureza a esta pandemia cuestiones.

No te quedes en interiores presiones
que con ellas el malestar solo acreces
y a tus entrañas les metes dobleces
que te llevan a soñar con ficciones.

El realismo no lo tengas reñido
con una grande y tenaz esperanza
que a tu corazón lo tenga absorbido

Percibirás la serena bonanza
que ha acallado para todo el bramido,
pues que a Jesús lo subiste a tu barca.

P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)