De nuevo D. Pedro Jaramillo colabora con nosotros , compartiéndonos este poema , hecho que le agradecemos muy sinceramente.
YO QUIERO COMER TU PAN
Escrito este poema de verso libre para el
Jueves Santo del 2020, por las circunstancias que aún vivimos, también nos
puede ayudar en el Jueves Santo del 2021. Con esa intención lo vuelvo a
compartir.
Fuerte nos hirió el
momento.
Las dudas y las preguntas
son como heridas del alma.
No acertar a comprender,
caminar entre perdidos y a tientas.
Tener hambre de sentido y no encontrar la respuesta…
YO QUIERO COMER TU PAN, para comer tu verdad,
la verdad que eres Tú
mismo
que, en horas de
oscuridad,
haces que brote la luz
con extraña intensidad.
YO QUIERO COMER TU PAN, que es para el mundo la vida,
vida que se abre lugar
en estas horas inciertas,
en esta cruel soledad,
para poder alentar
esperanzas sin huidas,
futuros de plenitud y segura novedad.
YO QUIERO COMER TU PAN, para más saber de entrega.
El pan que es tu cuerpo
entregado,
y el vino, el de tu
sangre vertida…,
que no es en estado de
momia como te puedo comer,
te como cuando, por
dentro, me remueves las entrañas de la vida,
uniéndome tanto a Ti, de
no poder ya subsistir
sin hacer de esta mi
vida, la que me das en tu pan,
una ofrenda con la tuya,
en el despojo total
del vivir por los demás.
YO QUIERO COMER TU PAN, pero no comerlo solo.
Lo como en comunidad.
Alrededor de tu altar,
como mesa del banquete,
nos invitas a tu Cena en
un contexto pascual.
Es la Cena de tu PASO que
libera:
liberas a los cautivos
del hambre y de la miseria,
liberas a los que sufren
de los demás la injusticia.
Y nos liberas a todos de pensar
solo en nosotros,
de cerrar el corazón en
los límites estrechos de pasarla bien, sin pensar
que son muchos a nuestro
lado que nunca la van a gozar.
Y nos dejas una pregunta
que muerde: ¿comulgar sin liberar?
YO QUIERO COMER TU PAN en este día de forzada soledad.
No dejará de ser Santo
este Jueves singular:
en medio del
desconcierto, del dolor y del quebranto,
cargando sobre mi pecho
el dolor, el sufrimiento y el llanto
de tantos que ya
murieron, de tantos que están postrados,
de todos los que, en el
mundo, estamos amenazados…
déjame, Señor, que quiera
comer tu Pan junto a todos,
que lo coma como hermano.
Comer el Pan de la vida y
apostar para que, aun siendo misterio el cómo,
a nadie la Vida le sea
por siempre negada.
Mirando a la Eucaristía,
la apuesta la sé ganada.
P. Pedro Jaramillo Rivas.- Párroco de San Juan
de la Cruz (Guatemala)