jueves, 1 de abril de 2021

JUEVES SANTO

De nuevo D. Pedro Jaramillo colabora con nosotros , compartiéndonos este poema , hecho que le agradecemos muy sinceramente.

YO QUIERO COMER TU PAN

Escrito este poema de verso libre para el Jueves Santo del 2020, por las circunstancias que aún vivimos, también nos puede ayudar en el Jueves Santo del 2021. Con esa intención lo vuelvo a compartir.

Fuerte nos hirió el momento.

Las dudas y las preguntas son como heridas del alma.

No acertar a comprender, caminar entre perdidos y a tientas.

Tener hambre de sentido y no encontrar la respuesta…

YO QUIERO COMER TU PAN, para comer tu verdad,

la verdad que eres Tú mismo

que, en horas de oscuridad,

haces que brote la luz

con extraña intensidad.

YO QUIERO COMER TU PAN, que es para el mundo la vida,

vida que se abre lugar

en estas horas inciertas,

en esta cruel soledad,

para poder alentar esperanzas sin huidas,

futuros de plenitud y segura novedad.

YO QUIERO COMER TU PAN, para más saber de entrega.

El pan que es tu cuerpo entregado,

y el vino, el de tu sangre vertida…,

que no es en estado de momia como te puedo comer,

te como cuando, por dentro, me remueves las entrañas de la vida,

uniéndome tanto a Ti, de no poder ya subsistir

sin hacer de esta mi vida, la que me das en tu pan,

una ofrenda con la tuya, en el despojo total

del vivir por los demás.

YO QUIERO COMER TU PAN, pero no comerlo solo.

Lo como en comunidad.

Alrededor de tu altar, como mesa del banquete,

nos invitas a tu Cena en un contexto pascual.

Es la Cena de tu PASO que libera:

liberas a los cautivos del hambre y de la miseria,

liberas a los que sufren de los demás la injusticia.

Y nos liberas a todos de pensar solo en nosotros,

de cerrar el corazón en los límites estrechos de pasarla bien, sin pensar

que son muchos a nuestro lado que nunca la van a gozar.

Y nos dejas una pregunta que muerde:  ¿comulgar sin liberar?

 

YO QUIERO COMER TU PAN en este día de forzada soledad.

No dejará de ser Santo este Jueves singular:

en medio del desconcierto, del dolor y del quebranto,

cargando sobre mi pecho el dolor, el sufrimiento y el llanto

de tantos que ya murieron, de tantos que están postrados,

de todos los que, en el mundo, estamos amenazados…

déjame, Señor, que quiera comer tu Pan junto a todos,

que lo coma como hermano.

Comer el Pan de la vida y apostar para que, aun siendo misterio el cómo,

a nadie la Vida le sea por siempre negada.

Mirando a la Eucaristía, la apuesta la sé ganada.

P. Pedro Jaramillo Rivas.- Párroco de San Juan de la Cruz (Guatemala)