Agradecemos a nuestra Hermana , anunciatina, Mari Muñoz, el que comparta con nosotros su reflexión sobre la Santísima Trinidad
Hoy en la Santa Iglesia hemos dedicado el día a la Santísima Trinidad, nunca he podido agradecer tanto esta dedicación, pues me ha hecho reflexionar en esta realidad tan cercana.En las oraciones litúrgicas nunca se olvida, constantemente
se hace mención del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en ninguna petición
tampoco se les olvida y mucho menos en las bendiciones; la mención de las tres
Personas es como una canción melodiosa que envuelve a todas las oraciones ¿Cuántas veces habré rezado en mi vida “el
Gloria”? cientos de veces.
La Trinidad es un misterio, un misterio inefable, y aunque no
lo entendamos sí lo podemos vivir, los que no hemos recibido el don de poderlo
vivir en nuestra vida, como por ejemplo Santa Isabel de la Santísima
Trinidad, podemos pedirlo y lo
recibiremos, hay personas que tienen mucha devoción a la Trinidad, el sacerdote
Beato Santiago Alberione tiene una oración bellísima dedicada a ella, cuando se
reza se siente algo especial porque está llena de unción.
Tenemos toda esta semana, si Dios quiere, para profundizar en
ella durante la oración, seguro que el Señor nos dará luz para una mayor
acogida de este gran misterio.
Demos gracias a Dios por como cada uno de nosotros, durante
nuestra vida, hemos sido envueltos en el
amor misericordioso del Padre , del Hijo y del Espíritu Santo, aunque no
hayamos sido muy conscientes de ello, a nuestro favor tenemos que algunas
veces durante el rezo del
“gloria”, poníamos toda nuestra fuerza
para que se realizase esa glorificación, y que a Dios le agradaba aunque no lo
entendiésemos mucho, para Él le bastaba nuestra buena voluntad.
Cuando nos santiguamos en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, estamos haciendo presente a la Santa Trinidad, y podemos
pensar, que nos abraza, como me comentaba alguien hace tiempo.
Creo que vivir en la Trinidad, es una gran riqueza, esa vivencia da mucha alegría en sí misma, pensar que Cristo vive en nosotros, y así mismo la Trinidad, es algo maravilloso, y al alcance de todo el que le abra la puerta de su corazón a Dios. Que la fiesta de hoy sea ocasión de conocimiento y crecimiento de este misterio tan hermoso, junto a María. Que ella nos acompañe siempre en nuestro caminar.
Madrid 30 de Mayo de 2021