El apóstol, en su plenitud de caridad hacia Dios y los hombres, sepa utilizar para su finalidad todo lo que la Providencia le ofrece, a fin de que desde todas las criaturas se eleve el himno de alabanza al Creador. Sea tan ingenioso que sepa hacer crecer rosas y lirios en la basura y transforme los trapos en papel para el Evangelio (AE,380).
Beato Santiago Alberione