La vida de san Pablo fue toda ella de obediencia... Jesús le hablaba, o directamente o por medio de san Pedro; ora por visiones, ora por hechos y circunstancias especiales. Y san Pablo estaba siempre pronto a la voz de Dios, fueran cual fuesen sus intenciones y sus puntos de vista: la obediencia ante todo (APim, 65-66).
Beato Santiago Alberione