San Pablo, nuestro padre, nuestro modelo, nuestro patrón, nuestro maestro, nuestro abogado, en su iglesia nos tendrá a todos, cada mañana, cada día, alrededor suyo, y nos comunicará el espíritu del divino Maestro, pues el corazón de san Pablo es el corazón de Jesús (APim, 35).
Beato Santiago Alberione