El alma en gracia está en paz con el prójimo, porque quien es recto camina por su senda y al final recibirá estima y cierta admiración, pues trata bien a todos y, en el fondo, es respetado por todos; tiene buenas relaciones con cada hermano, y con cada uno trata de mostrarse generoso (Pr 1, 92)
Beato Santiago Alberione