Aun cuando en una biblioteca hubiera mil volúmenes, si faltara la Biblia, faltaría todo; como le falta todo al hombre que carece de Dios... En cambio, cuando un alma lee la Biblia, con devoción, con gusto, tendrá a Dios consigo y se ganará una eternidad feliz (RSp, 79)
Beato Santiago Alberione