“El agua que da la vida eterna fue derramada en nuestros corazones en el día de nuestro Bautismo; en aquel momento, Dios nos transformó y nos llenó de su gracia. Pero puede ser que este gran don lo hayamos olvidado, o reducido a un mero registro personal; y quizá vamos en busca de “pozos” cuyas aguas no nos sacian. Cuando olvidamos el agua verdadera, buscamos pozos que no tienen aguas limpias. ¡Entonces este evangelio es precisamente para nosotros! No solo para la samaritana, para nosotros. Jesús nos habla como a la samaritana. Es verdad que nosotros ya lo conocemos, pero quizá todavía no lo hemos encontrado personalmente… Este tiempo de Cuaresma es una buena ocasión para acercarnos a Él, encontrarlo en la oración en un diálogo de corazón a corazón, hablar con Él, escucharlo; es una buena ocasión para ver su rostro también en el rostro de los hermanos y hermanas que sufren” (Papa Francisco. Angelus del 19.3.17)
domingo, 12 de marzo de 2023
Dame de tu agua - Tercer Domingo de Cuaresma
Te pido, oh Señor, que mi sed la sacies
con las aguas que brotan de tu seno.
Que mi corazón solo estará lleno,
cuando mis turbias aguas Tú las sanes.
Pues vanos serán todos mis afanes,
si con mis pies solo piso los cienos
de las aguas que cayeron al suelo
por no ser del manantial de tus planes.
En mi interior sediento pon tu fuente:
de otras aguas nunca más tenga yo sed,
serán las tuyas a saciarme siempre.
Y mi sequedad nunca volverá a ser
la que reseque corazón y mente,
pues tus aguas no dejarán de correr.
Pedro Jaramillo Rivas.
Parroquia de San Juan de la Cruz – Guatemala