domingo, 2 de abril de 2023

En el Domingo de Ramos


 Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba:

¡Hosanna al Hijo de David!

¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

¡Hosanna en las alturas! (S.Mt. 21,9)

 

La gente bendecía a Jesús a voz en grito: “Bendito el que viene”, decían. Nosotros también bendecimos a Dios cuando en el Ofertorio de la Misa decimos: “Bendito seas Señor” ; y en el Ave María “Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”

Es una palabra que no traducimos; pues ya sabemos del  contenido inmenso de gratitud hacia Dios que encierra.

Cuando no sepamos qué decir en adoración interior, con recogimiento,  puede ser nuestra oración: “Bendito seas Señor, mi Señor”. Una y mil veces; creo que en sí misma tiene una fuerza suficiente para que no nos cansemos, y nos veamos inundados de esa misma bendición que dirigimos al Señor, que ella   nos conduzca a su Presencia de una forma nueva y única cada vez.

Mari Muñoz

Madrid 2 de Abril de 2023