Invitemos a Jesús a vivir en nosotros, mediante la efusión del Espíritu Santo, excitándonos a un gran amor hacia él. Ojalá le amemos con toda la mente, con todas las fuerzas, con todo el corazón, y crezca en nosotros la caridad hacia Dios y hacia los hombres (Pr 2, 48-49)
beato Santiago Alberione