El trabajo materialmente ha ido cambiando, mejorando, transformándose; pero el espíritu es siempre igual...: dar a conocer a Jesucristo, su doctrina, sus enseñanzas, sus medios de gracia, de salvación, propuestos y ofrecidos a la humanidad. Tal es la voluntad de Dios (Pr 1, 122).
Beato Santiago Alberione